Civilización es barbarie
Uno de los libros más interesantes de la humanidad afirma que Europa apenas empezó a reconocer a Oriente cuando Oriente aprendió a ganar guerras. La frase desnuda un rasgo profundo de lo que llamamos civilización: el prestigio se mide por las victorias en combate. Cuatro décadas antes de la publicación de ese libro, en Argentina ganaba las elecciones un genocida que veía en las armas una herramienta civilizatoria. Domingo Faustino Sarmiento, convencido de ser un defensor de la nueva civilización occidental, nos mostraba un debate entre civilización y barbarie. Una consigna que, en su núcleo, llevaba la exclusión de todo aquello que no encajaba en el molde occidental. El presidente y sus sucesores ganaron las elecciones persiguiendo opositores. Esa práctica no hace más que reafirmar su pensamiento: si la civilización occidental se impone a través de la violencia, la democracia nacida bajo su signo no podía ser de otra manera. Los “civilizados” del extremo occidente edificaron, sobre l...